domingo, 4 de octubre de 2009

Las diferencias en el rango de planeación financiera (continuación)

Una de las principales características de la utilización de la inteligencia financiera es la paciencia, los que tienen paciencia y están haciendo hoy en día lo que otros no están haciendo, tendrán en el futuro lo que otros no tienen.
Un sencillo ejemplo de la utilización de la paciencia como elemento de la inteligencia financiera, lo constituye los beneficios por antigüedad que perciben los trabajadores, aquellos que son impacientes y necesitan utilizar sus ahorros ahora para obtener una gratificación inmediata, pues piden adelantos con respaldo de tales ahorros, el resultado es que pierden los denominados intereses compuestos lo cual origina que al final de su vida laboral cuando perciban los ahorros “de toda su vida”, son básicamente una miseria que les alcanzará para sobrevivir un par de semanas.
El tema de los intereses compuestos es sumamente apasionante, podemos decir que en general el dinero y el tiempo son factores que están íntimamente relacionados con la vida de las personas que viven en sociedades en las cuales se utiliza el dinero como el elemento indispensable en el intercambio comercial, cuando existe un capital que se da a otra persona o institución para que lo utilice, se generará un interés, en el caso de los ahorros de los trabajadores, los intereses que se van generando se adicionan al capital original por períodos establecidos y a su vez, generarán intereses adicionales para el siguiente período. Anualmente los ahorros de los trabajadores se incrementan de dos maneras, por los nuevos aportes que hace el patrono y por la capitalización de los intereses generados durante el periodo anterior, de manera que el capital no es constante sino que va aumentando con el paso del tiempo.
A los efectos de calcular el efecto beneficioso de los intereses compuestos y el efecto devastador de retirar los ahorros para gastarlo en algo que nos daría una gratificación inmediata, pongamos un caso en que a un trabajador se le aportan 1.000 cada año a su fondo de ahorro a una tasa del 10% anual y otro que percibe exactamente lo mismo pero que actua como lo hace la casi totalidad de los trabajadores, anualmente retira el 75% de sus ahorros.
Caso 1 utilizando la gratificación diferida y la inteligencia financiera.
Año 1: Ahorros 1.000.
Año 2: Ahorros 2.000 mas los intereses del primer año, lo que da un total de 2.100.
Año 3: Ahorros 3.100 mas los intereses del segundo año, lo que da un total de 3.310.
Año 4: Ahorros 4.310 mas los intereses del tercer año, lo que da un total de .4.641.
Año 5: Ahorros 5.641 mas los intereses del cuarto año, lo que da un total de 6.105,10.
Año 6: Ahorros 7.105,10 mas los intereses del quinto año, lo que da un total de 7.715,61.
Año 7: Ahorros 8.715,61 mas los intereses del sexto año, lo que da un total de 9.487,17.
Año 8: Ahorros 10.487,17 mas los intereses del séptimo año, lo que da un total de 11.435,88.
Año 9: Ahorros 12.435,88 mas los intereses del octavo año, lo que da un total de 13.579,47.
Año 10: Ahorros 14.579,47 mas los intereses del noveno año, lo que da un total de 15.937,42.
No hay que ser un genio para determinar fácilmente que el patrono hizo aportes por 10.000 y se generaron intereses por 5.937,42, si se sigue la tabla en el tiempo se puede ver que en determinado momento lo que se produce por intereses es mayor que los aportes de capital. Seguidamente veamos lo que sucede en casi todos los casos, donde el trabajador retira hasta el 75% de sus ahorros.
Caso 2, lo que ocurre en mas del 99% de las veces
Año 1: Ahorros 1.000 menos un retiro de 750, lo que da un total de 250.
Año 2: Ahorros 1.250 menos el retiro del 75% (312,50) mas los intereses del primer año, lo que da un total de 337,50.
Año 3: Ahorros 1.337,50 menos el retiro del 75% (334,37) mas los intereses del segundo año, lo que da un total de 368,12.
Año 4: Ahorros 1.368,12 menos el retiro del 75% (342,03) mas los intereses del tercer año, lo que da un total de 378,84.
Año 5: Ahorros 1.378,84 menos el retiro del 75% (344,71) mas los intereses del cuarto año, lo que da un total de 382,59.
Año 6: Ahorros 1.382,59 menos el retiro del 75% (345,62) mas los intereses del quinto año, lo que da un total de 383,89.
Año 7: Ahorros 1.383,89 menos el retiro del 75% (345,97) mas los intereses del sexto año, lo que da un total de 384,35.
Año 8: Ahorros 1.384,35 menos el retiro del 75% (346,08) mas los intereses del séptimo año, lo que da un total de 384,51.
Año 9: Ahorros 1.384,51 menos el retiro del 75% (346,12) mas los intereses del octavo año, lo que da un total de 384,57.
Año 10: Ahorros 1.384,57menos el retiro del 75% (346,14) mas los intereses del noveno año, lo que da un total de 384,59.
Resultan bastante obvias las diferencias entre ambos ejercicios, pero creo que vale la pena analizar los resultados, tenemos que dos trabajadores que ganaban exactamente lo mismo y que sus patronos le depositaban 1.000 anualmente a sus ahorros o prestaciones sociales o antigüedad, escojan el nombre que sea dependiendo de la legislación de cada país, resulta que uno al final de los diez años tiene ahorrados 15.937,42 y el otro sólo 384,59.
El primer trabajador percibió por intereses en el último año 1.357,94 y el segundo sólo 38,45, es decir, está percibiendo 35 veces mas intereses que el trabajador que se acogió a la legislación y retiró sistemáticamente el 75% de sus ahorros, al final ambos recibieron aportes por 10.000 de sus patronos, pero mientras uno acumuló 5.937,42 en intereses, el otro no llegó a 365.
Claro habrá quien diga que hay inflación que la cosas que el trabajador compró se revalorizaron con el tiempo, etc., etc., la realidad es que uno utilizó el confort como meta en la vida y si al final de los diez años su sueldo es de 1.000, lo que tiene de ahorros no le alcanza para vivir dos semanas, en cambio al primer trabajador le alcanza para vivir casi 16 meses, en la medida en que pasa el tiempo la diferencias en las tablas se hacen mucho mayores.
La gratificación diferida y el pensar a largo plazo rinden sus frutos, en el ejemplo anterior si nuestro trabajador con un alto coeficiente de inteligencia financiera hubiera seguido a ese ritmo durante los 30 años de relación laboral, sus ahorros hubieran alcanzado la suma de 164.494,02, de los cuales sólo 30.000 corresponden a los aportes del patrono y los restantes 134.494,02 corresponden a intereses.
La principal maravilla de los intereses compuestos se ve por el paso del tiempo, supongamos que una persona de 20 años deposita 1.000 en una cuenta al 10% anual y mas nunca hace aporte alguno a esa cuenta, cuando cumpla los 60 años tendrá 45.259,26, si hubiera hecho la operación a los 40 años cuando tuviera 60 años, sus ahorros alcanzarían sólo 6.727,50, aun cuando en el primer caso el dinero se mantuvo el doble del tiempo, los resultados finales no fueron dos veces superiores sino mas de 6 veces superiores, así que la correcta utilización y conocimiento de los intereses compuestos, lo cual implica la planeación a largo plazo y el diferimiento de la gratificación, son definitivamente conceptos que diferencian a los que tienen altos índices de inteligencia financiera de quienes no los tienen.
Utilizando el ejemplo del párrafo anterior, tenemos que si la misma persona hubiera dispuesto de sus ahorros cuando cumplió los 40 años hubiera obtenido 6 veces menos que si hubiera esperado a los 60, para hacer mas evidente el poder de los intereses compuestos pongamos que una persona que nunca ahorró se propone ahorrar 1.000 cada año durante 10 años y lo coloca en una cuenta que produce intereses compuestos, ¿saben cuanto tendrá al final de los 10 años? Tendrá 15.937,42 es decir prácticamente un tercio de lo que tiene el que puso sólo 1.000 y dejó que los intereses compuestos y el tiempo hicieran el resto, ¿cual es la moraleja de esto?, pues póngase a ahorrar ahora, no cuando considere que tenga excedentes, pues los intereses compuestos responden a una fórmula matemática en la cual el tiempo es una variable fundamental.
La idea es que las personas que tienen inteligencia financiera desarrollada hacen que el dinero trabaje duro para ellas, las que no la tienen, trabajan duro para el dinero. Las que tienen inteligencia financiera buscan libertad, las que no buscan el confort o simplemente viven de día en día.